Datos personales

Mi foto
Deseando atraparlo todo.

sábado, 3 de mayo de 2008

De un mundo raro

Quisiera encontrar las palabras para expresar todo lo que me pica aquí dentro. Se esconden, se alejan, no bastan. Ahora mismo me dispongo a escribir una carta muy importante, y aunque no estoy muy seguro de lo que debe decir o cual es la resolución a la que me llevará, sé que tengo que hacerlo. El problema es que las palabras no aparecen. Por eso agrego aquí debajo esta canción de José Alfredo Jiménez que, en la voz de Chavela Vargas dice todo aquello que no encuentro como. Los que alguna vez, con el corazón apachurrado y los ojos sangrantes, han tenido que dejar libre a aquel a quien quisieran amarrar a su cama, comprenderán lo que digo y lo que siento.


DE UN MUNDO RARO

Cuando te hablen de amor y de ilusiones
y te ofrezcan el sol y el cielo entero,
si te acuerdas de mí, no me menciones
porque vas a sentir amor del bueno

Y si quieren saber de tu pasado,
es preciso decir una mentira
di que vienes de allá,
de un mundo raro
que no saber llorar,
que no entiendes de amor
y que nunca has amado

Por que yo donde voy
hablare de tu amor
como un sueño dorado
Y olvidando el rencor
no diré que tu amor,
me volvió desgraciado

Y si quieren saber de mi pasado,
es preciso decir otra mentira,
les diré que llegué de un mundo raro
que no sé del dolor,
que triunfé en el amor
y que nunca he llorado

Porque yo donde voy
hablaré de tu amor
como un sueño dorado
y olvidando el rencor,
no diré que tu amor
me volvió desgraciado

Y si quieren saber de mi pasado,
es preciso decir otra mentira,
les diré que llegué
de un mundo raro,
que no sé del dolor,
que triunfé en el amor
y que nunca he llorado

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Uy... solo puedo decir que no olvides que despues de los dias de lluvia el sol SIEMPRE vuelve a brillar

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

sorry por el comentario eliminado, es que se repitio el mismo

animo!!!

Juan K Manei dijo...

Yo he dejado partir sin poder llorar, ¿acaso deberás tu agradecer el último abrazo?
Recuerdo cuándo fue que esa canción me arrugó el pecho, tenía yo quince años.
Ahora que la leo, digo que es una bonita manera de decir: Te amo y aunque eres mi perdición, siempre serás el ángel que fuiste.